Nunca nadie vio evolucionar una especie

Y aquí queremos realizar una precisión terminológica muy importante para que se entienda bien de qué estamos hablando, pues en este tema de la evolución hay una tremenda confusión semántica, un malentendido de base que complica todas las cosas.

Cuando decimos que vamos a criticar la teoría de la evolución, es muy posible que en la mente del lector surjan las siguientes cuestiones:

¿cómo se va a criticar la evolución si ésta es un hecho?

¿Acaso no se comprueba empíricamente que los seres vivos han ido apareciendo en grados de complejidad creciente con el correr del tiempo?

¿Cómo vamos a negar esto?

Cuando se habla de evolución, en realidad se está hablando de una interpretación causal de los hechos. No se está hablando de los hechos, o sea que los seres vivos han aparecido en forma crecientemente compleja con el correr del tiempo; algo por otra parte perfectamente lógico, pues antes de que haya plantas debe haber minerales, y antes de que aparezcan los animales debe haber plantas que les sirvan de alimento:
La naturaleza va como apoyándose en los reinos inferiores antes de que aparezcan los superiores, se “apoya” en una base firme para ir construyendo la escala natural.

Los seres superiores “piden” la existencia de los seres inferiores.

Pero eso no es el “hecho” de la evolución sino que ésta consiste en una interpretación causal de dichos hechos, o sea la pretensión de explicar cómo se produjeron. Y lo que el evolucionismo pretende en realidad es lo siguiente:
Explicar la aparición de todos los seres vivos en grados de complejidad creciente con el correr del tiempo por la sola acción de las fuerzas físico-químicas, puramente materiales, “guiadas” por el azar. O sea, el materialismo más puro y más crudo que se pueda pensar.

Y esto es precisamente lo que vamos a tratar de impugnar, mostrando que es algo absolutamente falso.

El evolucionismo es una teoría científica única, en el siguiente sentido. Supuestamente, el paradigma científico, a partir de Galileo, se basa en la constatación de hechos, en su repetición en condiciones de observabilidad óptimas, en la medición de propiedades de los mismos de tal modo de poder expresar leyes referidas al comportamiento de lo que se está estudiando. Pero es básico en el paradigma científico moderno, el hecho de poder repetir en el laboratorio aquel suceso que se está estudiando.

Pues bien, en la teoría evolucionista esto es imposible, pues se trata de que estudiar un fenómeno que ya ha ocurrido. Nunca nadie vio evolucionar una especie. El fenómeno, si ocurrió, fue hace millones de años; no se lo puede constatar, medir aquí y ahora. O sea que, esto establece una enorme diferencia con respecto a cualquier otra teoría científica. Por ejemplo, podemos constatar la teoría de la gravitación arrojando objetos y midiendo el tiempo que tardan en caer, por ejemplo.

Es esencial a la ciencia moderna la así llamada repetitividad. En la teoría de la evolución esto es imposible

Fuente de esta entrada: Evolucionismo para no evolucionados. P. Dr. Carlos Baliña
Licenciado en física por la universidad de Buenos Aires; Diplomado en estudios avanzados en filosofía por la Universidad de Barcelona; Doctorado en filosofía por la Universidad de Barcelona; Profesor de filosofía de las ciencias 1 y 2 en el Instituto Superior del profesorado “Antonio Sáenz” de Lomas de Zamora. Profesor de Antropología y Ética en la Escuela Superior de Gendarmería

    Leave Your Comment Here

    This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

    Este sitio web utiliza cookies. Si continúas navegando estás aceptando las mencionadas cookies y nuestra política de cookies. Para más información puedes clicar en el enlace.

    ACEPTAR
    Aviso de cookies