Serie Testimonios

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12 - Niamey: rezo en plena calle

Segundo Piso. Serie testimonios. #12
Idioma: Español
Fecha de inicio: 30/11/2022
Última actualización: 05/05/24, a las 11:05
Estado: Publicado
Imagen: @ Science leads to God

Vídeo 12 pendiente de publicar

Fecha prevista de estreno: 27 de abril 2023

Queridos colaboradores: el vídeo núm. 12 de la serie testimonios ya fue publicado (2 días después de los previsto.

Agradecemos a todos por vuestra colaboración.

El vídeo trata de la experiencia pasada por Josep en la ciudad de Niamey, la capital de Níger, viendo como todos los habitantes de la ciudad (los policías de tráfico, los conductores de coches, autobuses, camiones, las personas saliendo de la tiendas, los transehuntes, todos) pararon para postrarse hacia el Oriente, en señal de reverencia a su dios.

Esperamos tanto en el grupo de Telegram como en el propio canal en YouTube.

Todos los habitantes de Niamey, la capital de Níger, se arrodillan en plena calle para adorar a Dios.

Y me acuerdo cuando estábamos saliendo de Niamey (una ciudad bastante desordenada pero una capital al fin y al cabo) era la hora de la oración de ellos, cuando el sol se está poniendo.

Esto fue una cosa que quedó en mi memoria, sin ninguna duda, como algo especial que yo he visto en esta tierra. Porque llegando la hora de la oración... (Níger es un país musulmán en prácticamente su totalidad) y cuando estábamos saliendo, era la hora de la oración, y me acuerdo que había bastante movimiento, bastantes coches en el centro de la ciudad, un centro de ciudad sin ninguna clase de distinción ni de monumento ni de nada, pero lo que sí que me interesó fue que entonces era la hora de la oración.

Claro, seguramente alguien dirá: Es que ellos son obligados.

Yo no entré a juzgar si son o no obligados. Lo que sí yo me di cuenta es que, en su gran mayoría, creían en lo que estaban haciendo que era salir del coche y postrarse -que sería arrodillarse con la frente tocando en el suelo- hacia la salida del sol que a ellos les han enseñado que, para adorar a Dios, el Creador de todas las cosas, es necesario adorar en dirección a la ciudad de la Meca en Arabia.

Entonces el sol se ponía por Poniente, por el oeste, por detrás de ellos y ellos se arrodillaban, se postraban hacia el Occidente. Pero entonces había también guardias urbanos muy pintorescos, su uniforme era muy, muy exagerado, muy simpático. A ellos les gustaba mucho el uniforme y tocar el pito y eran bastante animados. Unos gestos muy, muy extrovertidos... Son muy cariñosos. En fin, son, son muy entrañables los africanos en general.

Yo, con toda esa experiencia y después que he vuelto varias veces a África, tengo una sensación así de amistad muy profunda, como de hermandad con ellos.

Y entonces los propios guardias también se arrodillaron. Todo el mundo se iba arrodillando, muy rápidamente, cosa de pocos segundos. Salían de las tiendas las personas, se arrodillaban en la calle. Todos. Durante algunos minutos -no mucho- en que los de la ciudad... (eso es así en toda Argelia, Níger, Nigeria, una parte de Camerún, Marruecos, toda la parte del norte de África, que son musulmanes) y entonces todos acompañaban aquel rezo de un sacerdote del islam que desde aquellos altavoces enormes llenaban el ambiente.

Después que terminó la oración, como si no hubiera pasado nada, cada uno se levantó. Los conductores y los que habían salido a orar volvieron a entrar en los coches y, me parece recordar, incluso en los autobuses; los guardias -que también se habían arrodillado- entonces volvieron a tocar el pito; los semáforos volvieron a ser obedecidos porque, durante aquel momento todo había parado, no había semáforo que pudiera interrumpir su oración y entonces la ciudad volvió a su bullicio normal.

Recuerdo que el sol se estaba poniendo. Yo miraba todo aquello y pensaba: ¡Qué fácil es reírse, tratar de ignorantes a esas personas, interpretar que todo esto que ellos hacen es un teatro, o una cosa sin ningún fundamento, algo vano, inútil!

Recuerdo que el sol se estaba poniendo.

Estábamos en Niamey, la pobre capital de un país pobre, musulmán además.

Yo miraba todas aquellas personas orando en plena calle y pensaba: ¡qué fácil sería ahora sentirme superior a ellos y pensar que ellos son dramáticamente atrasados!

Es interesante darse cuenta de que, hasta hace pocos años, en Occidente, nosotros nos burlábamos de las personas religiosas interpretando que son personas incultas.

Nos hemos burlado, principalmente, si son cristianas. Es curioso... A pesar de que éste es nuestro origen cultural.

Ha sido un hecho normal durante las últimas décadas en las salas de aula de la ESO (que es la Enseñanza Secundaria) y en la Universidad aquí en España (y sé que en muchos países europeos y por todo el mundo occidental también) cuando el profesor de filosofía o de ciencias sociales, al inicio del curso escolar, pregunta:

¿Cuántos de vosotros creen en la existencia de Dios?

La mayoría no dice nada, confirmando que, efectivamente, no creen, pero alguna vez uno (a lo sumo dos) si tenía coraje y decía:

Profesor: yo creo en Dios.

En muchos lugares -no tengo claro ninguna estadística- pero el profesor con una voz segura y arrogante solucionaba el problema (que ya tenía preparado): Estoy seguro que, al terminar este curso, ya no dirás lo mismo porque yo te demostraré que Dios no existe.

Hoy, debido al aumento de alumnos musulmanes, esta arrogancia -aunque debe continuar en el interior de esos profesores o muchos de ellos- ya no se manifiesta, o, por lo menos, no con tanto desprecio.

¿Por qué razón?

Interesante.

Bien. Perdona. No quería ir por aquí...

Estábamos en Niamey, capital de uno de los países más pobres del mundo según la ONU. Era finales del año 1983 y todavía no existía este radicalismo en el mundo musulmán ni en Occidente conocíamos prácticamente nada de ellos.

Por eso, para mí, desde que había entrado en África, todo había sido novedad. Ellos, para nosotros, eran totalmente desconocidos. Y nosotros para ellos, también. Mundos aparte.

Allí en Niamey, nadie nos obligó a salir del coche ni notamos ninguna violencia. Nada. En realidad, nadie pareció importarse de que nosotros fuéramos -yo diría que con total seguridad- los únicos en no adorar (allí, [risas] no había ningún turista.

Ya en la carretera, de camino a la frontera de Nigeria, meditaba en aquello que acababa de ver. Es verdad que esto había sido una constante en toda Argelia, con los nómadas del desierto, los touareg... A la puesta del sol, todos se postraban hacia el Este y hacían sus oraciones.

Por lo tanto era fácil interpretar que esto era cosa de tribus ignorantes, de personas de campo, sin instrucción...

Pero Niamey era la capital del país.

Quien se arrodilló en plena calle eran todas las personas.

Todas las personas.

Guardias de tráfico, conductores de coche, de autobús, motoqueros, comerciantes, camioneros, transeuntes anónimos, los policías... Quizás algunos eran abogados, o médicos, o algún gobernante, o político, vete a saber...

¡Qué fácil sería interpretar que todo esto que ellos hacen es algo vano, sin ninguna base en la realidad, una gran pérdida de tiempo! A mi me lo parecía pero, por otro lado, me quedé preocupado.

Incluso peor, porque el origen de muchas guerras y de enfrentamientos entre los hombres ha venido por causa de la religión...

Si creemos que Dios no existe, ¿para qué todo esto? ¿Qué sentido tiene? ¿Qué puede aportar a la vida de las personas estas creencias? ¡Qué absurdo arrodillarse ante la nada!

Estas preguntas yo me las hacía, una y otra vez, sin respuesta. Tardé mucho tiempo y tuve que andar mucho por el mundo para empezar a encontrar un porqué a esta pregunta (en otro audio te lo explico, si tienes paciencia de oírme).

[Risas]

La pregunta sería:

¿Por qué creen en Dios si Dios no existe?

***

Dios os bendiga a todos.

...

Transcripción del texto

¿Quien se anima a transcribir el texto de este vídeo? El texto transcrito, en español, servirá de base para empezar a abrir documentos en google.docs para iniciar las traducciones a los otros idiomas del proyecto.

Escríbenos un email a info@scienceleadstogod.org

Continuará...

Bibliografía

Texto
Josep M. Carreras

Imágenes

Audios
Versions libres du droit d’auteur, utilisées par Editorial Claret, S.A., pour l’édition du Curricular Project Music Area, Clau-3, ISBN: 84-8297-224-3, Dep. Legal B. 9647-1998, et Clau-4, ISBN: 84-8297-321-5, Dep. Juridique B. 22.476-1999. © Editorial Claret S.A., ©J.A. Roda, ©Josep Massó.

Producción
El equipo de la Asociación Internacional Science leads to God.

La verdadera Ciencia conduce a Dios

Agradecimento
Estamos muy agradecidos a Dios por haberte dado el interés y la capacidad de colaborar en este proyecto.
Que Dios te bendiga y te ayude en todo.

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