JOSEP

- Perdona, ¿cuál es tu nombre?

TERESINHA

- Teresinha.

JOSEP

- Teresinha vio algo y nos lo contará ahora.

TERESINHA

- Entonces ese amigo de Cícero, decía...
Cícero conocía la iglesia, su padre ya era creyente.
Y el amigo de Cícero le dijo:
"Vamos al centro [de macumba]; tú tienes que ir".
Y Cícero dijo: "Un día iré".
Finalmente, un cierto día, ese Nilson llegó en casa y le dijo:
"Cícero, esta tarde paso a buscaros. Vosotros iréis al centro conmigo hoy".
Y Cícero dijo: "Está bien entonces".
Y nos fuimos al centro [de macumba].

TERESINHA

Cuando llegamos, había mucha gente. ¿Sabes?
Allí llegamos, quedamos todos de pie, yo nunca había entrado.
Nunca había estado allí, ¿sabes?
Y ya entré allí sintiéndome mal, ¿sabes? Viendo ese montón de cosas feas, aquellos santos, aquellas cosas...
Llegó un chico, un chico joven, guapo,
un chico muy guapo, ¿sabes? Era un chico muy joven.
Ese chico llegó y todos fueron a hablar con él.
Una camisa azul muy clarita, así.
Un chico atractivo, muy guapo el chico, bien vestido...
Entonces llegó ese chico -había una mesa, así-
y llegó así y vinieron las otras personas
y le arrojaron una capa roja y una capa negra,
la negra debajo y la roja encima.

TERESINHA

Ese hombre fue haciendo así, mira,
y aquí se puso grande, aquí, así,
y su oreja quedó así, mira.

JOSEP

- ¿Cómo quedó?

TERESINHA

- Quedó así.

JOSEP

- ¿Aquella oreja con punta?

TERESINHA

- Como la oreja de un cerdo pero más larga,
la punta así, y las orejas quedaron así.
Y aquí, así, se hizo grande, así,
y se quedó pareciendo un ET.

TERESINHA

- Exacto.
El hombre se quedó horrible. Horrible.

JOSEP

- Pero una cosa: ¿ellos ya estaban haciendo algo o esto sucedió antes de nada?

TERESINHA

- Antes de nada. Él se convirtió en ese ser para poder hacer el trabajo.
¡Él se convirtió en un demonio! ¡La cosa más fea del mundo!
Él se arrugó todo. ¡Y era un chico joven!
Se arrugó, así, todo él y aquí así, ese ojo enorme, así…
¡Cuando vi aquello, comencé a clamar!
Yo todavía no era creyente, ¿sabes?
Empecé... Me acordé que una vez mi suegro me dijo:
"Oh hija mía, cuando sientas algún peligro,
algo, cualquier cosa que te amenace, hablas así:

TERESINHA

Y luego, cuando vi eso, comencé a clamar a Dios, ¿entiendes?
Entonces todo el mundo quedó sentado.
Y yo y Cícero nos quedamos de pie.
Y él vino de allí...
Esa cosa de saludar y hacer así con el brazo...
¿No se ha cogido la manía a hacer así, ahora, en esta pandemia?
Hacer así, en lugar de darse el apretón de manos...
Eso.
Él venía y hacía así y así, con todo el mundo.

JOSEP

- No daba la mano.

TERESINHA

- No daba la mano.
Y daba un trago de aguardiente, no sé si era ginebra... Era una bebida fuerte.

JOSEP

- A estos espíritus les gusta.

TERESINHA

- Entonces daba a cada uno, a esas chicas, chicos, todos en una fila, así.
Y yo estaba en la fila, allí también.
Y daba un trago de aguardiente y lo daba y hacía así con la mano, así, y lo daba y hacía así.
Y estaba clamando a Dios y pensando: yo no voy a tomar esa bebida.

JOSEP

- ¿La gente no estaba asustada?

TERESINHA

- Nadie.
Nadie. Sólo yo. Estaba aterrorizada.
Las personas ya estaban acostumbradas a ir al centro.
Pero yo nunca había ido, nunca había visto nada igual.

JOSEP

- Claro.

TERESINHA

- Luego, cuando él se acercó a mí, ¿sabes?
cuando llegó cerca, dijo así:
"Aquí hay espíritu contrario".

JOSEP

- ¿Dijo eso?

TERESINHA

- Así mismo. ¡Aquí hay gente de luz!

JOSEP

- Gente de luz.

TERESINHA

- De luz. Es contrario a nosotros. Dijo eso mismo.
Y no me dio aguardiente y no me saludó y no me abrazó.
Él me miró a mi pero no llegó a Cícero, no llegó a Cícero.
Vino hasta donde estaba yo, abrazando y saludando, pero cuando se me acercó hizo así, oh, hizo así, y se fue.

JOSEP

- ¿Y qué pasó? ¿Tú saliste o viste hasta el final?

TERESINHA

- No. Él dijo entonces que no era posible continuar haciendo el 'trabajo'
porque allí dentro había alguien que era contra.
Y no hubo el 'trabajo', lo que ellos… No sé lo que iban a hacer allí, las consultas, no sé...
No hubo nada. Programaron para otro día.

JOSEP

- ¡Que bien!

TERESINHA

- No hubo nada.
Nunca me olvidé de eso.
Porque nosotros fuimos doce hermanos pero mi padre nunca en la vida, ni mi madre, nunca nos llevaron en un lugar así. Nunca había visto esto.
Y el 'bicho' existe. Muchos lo ven así y dicen:

TERESINHA

Pero es mentira. Ese es un verdadero demonio.

JOSEP

- Un verdadero demonio.

Producción
El equipo de la Asociación Internacional Science leads to God.

La verdadera Ciencia conduce a Dios

Agradecimento

Estamos muy agradecidos a Dios por haberte dado el interés y la capacidad de colaborar en este proyecto.

Que Dios te bendiga y te ayude en todo.