¿Dios fue expulsado de la Universidad? 5

• Física
• 21 March, 2023

Los dos objetivos del materialismo científico: ser la interpretación unánime de la realidad y exterminar la religión

Debido a la creencia en esta doctrina definida como científica y veraz, las personas tienden a no tolerar la religión, y ven a las iglesias como instituciones envueltas en el poder, retrógradas y manipuladoras de conciencias.

En las escuelas, la ‘corrección política’ prohíbe la más mínima mención vejatoria de culturas, razas y opciones sexuales.

Pero no hay el más mínimo escrúpulo en ridiculizar a las personas que manifiestan una creencia diferente a esa ideología.

Los métodos de vergüenza van desde la sonrisa condescendiente hasta la pérdida de puntos por una respuesta ideológicamente discordante con la del maestro respectivo.

Se propaga en el discurso la intención de ‘formar un ciudadano crítico’; pero en realidad la crítica ya está prefabricada.

Este comportamiento es ahora tan difuso, tan generalizado y consensuado en el ámbito educativo, que pasa desapercibido como una determinada interpretación de la realidad.

Al ingresar a la universidad, el joven -ya condicionado ideológicamente- se enfrenta a una creencia ambiental solidificada en el materialismo científico.

Ves el pensamiento académico rechazando abiertamente la religión, confiando en la fidelidad de las leyes naturales y los logros de la tecnología y la ciencia.

Desde el punto de vista social, se afirma incuestionablemente que la impotencia de las clases sociales bajas u oprimidas es la verdadera causa de la religión.

Esta es la ideología dominante en el ambiente universitario.

Los hombres y mujeres jóvenes cristianos, cuando asistan a universidades en países occidentales, vivirán con profesores y colegas que piensan así, y la más mínima manifestación de su fe será desaprobada y burlada por las personas con quienes conviven.

Algunos ignorarán los efectos negativos de este bombardeo ideológico, pero otros, por sus características personales, el alejamiento de la iglesia y sus miembros o incluso por la falta de solidez de sus creencias, tenderán a sucumbir a los argumentos de esta espiritualidad negativa, teniendo el corazón lleno de dudas y naufragio en la fe.

Y, como hemos observado, son muchos los cristianos que, tras unos años viviendo en el ambiente universitario, acaban dudando de la existencia misma de Dios.

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